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Vatican News.

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La Fiesta de Velitas, celebración entre la rumba y la fe religiosa

Se encienden las parrandas y se prenden los faroles.

Un sol brillante, acompañado de brisas frescas y constantes deshicieron las nubes cargadas de lluvias que nos acosaron hasta finales del mes pasado; y por fin le dieron paso al ansiado diciembre que nos canta Ruffo Garrido: “el de la ventolera que llena el mundo de placeres”.

Y llegamos así al 7 de diciembre, víspera de la Fiesta de Velitas, la celebración que descorre el velo para la gran rumba y parranda de Navidad, Fin de Año, Año Nuevo y Carnaval, las cuatro fiestas, a las que les compuso otro de nuestros grandes baluartes musicales, Adolfo Echeverría.

Barranquilla se convierte esta noche en una gran fiesta, en una gigante caja musical repleta por los cuatro costados de toda clase de ritmos y gente alegre, dispuesta a comenzar a despedir el año plena de felicidad.

En residencias, apartamentos, en sitios de diversión, estaderos y discotecas, la gente se sumerge en una jornada de jolgorio que inicia esta noche y por lo general empalma con el amanecer del 8.

Los tradicionales farolitos.

Los ‘himnos’ que no paran de sonar en la ambientación musical de esta celebración, son los temas clásicos que hacen alusión al día.

La citada obra ‘Las cuatro fiestas’, del inmortal Adolfo Echeverría. Compuesta en 1960, grabada al año siguiente, y convertida en éxito a partir 1965, según registró Anastasia Arrieta, viuda del artista.

La grabación original correspondió al Cuarteto del Mónaco, con la voz de Nury Borrás.

Qué linda la fiesta es en un ocho de diciembre /

Al sonar del traquitraqui, que sabroso amanecer /

Con ese ambiente prendido me dan ganas de beber...

Toma, toma, tomate el trago Juan…

Sin lugar a dudas en solo esa estrofa la canción resume el entorno de fiesta y tradición del momento en que fue inspirada, y ahora evoca recuerdos de una tradición que lucha por mantenerse.

Luego vendría la composición de ‘La Inmaculada’, en clara alusión a la Virgen y su día.

“Inmaculada Virgen aquí te traigo esta canción que solicita este hijo bueno de corazón…

Un sentido más religioso, pero con todo el respaldo musical de los arreglos que solía hacer el maestro.

La tradición se conserva.

Velas y faroles

Otro elemento del paisaje propio de esta conmemoración son pilas de faroles multicolores en cualquier esquina del norte, sur o Centro de la ciudad, que nos recuerdan que no todo es rumba, que hay que encender velas a las puertas de las casas para enmarcar el sentido religioso y tradicional de la fecha: la Inmaculada Concepción.

“Se está perdiendo el sentido religioso de la ocasión, ahora es más baile y ‘bebeta’, como sucede en Semana Santa”, manifiesta doña Ana De la Ossa, mientras compra en la calle 73 con 43 faroles y velas para iluminar la terraza de su casa.

Para quienes ignoran estos detalles de religiosidad, el 8 de diciembre la Iglesia Católica recuerda el dogma de la Inmaculada Concepción, en el pontificado del Papa Pío IX.

El pontífice declaró en 1854 que el 8 de diciembre había sido el día en el que María concibió a Jesús por obra y gracia del Espíritu Santo, sin contacto carnal con José.

La versión del jerarca, presentada en la bula papal Ineffabilis Deus, no gozó de toda credibilidad y generó rechazos.

Sin embargo, los más creyentes salieron a demostrar su apoyo a esta fecha con antorchas y velas encendidas desde el 7 de diciembre, dando inicio a la tradición que nos acompaña hasta ahora.

Los niños son quienes más disfrutan la celebración.

Ha sido tanta la influencia de la Iglesia Católica que la Inmaculada Concepción se considera día festivo no solo en Colombia, sino en países como España, México, Argentina, Chile, Perú, Guatemala, Nicaragua y Panamá.

A nivel local es la patrona en los municipios de Manatí y Suan en el sur del departamento.

En el Atlántico el encendido de velas se acostumbra hacer en la madrugada del 8, pero en otras regiones de la Costa como Córdoba y Sucre, la iluminación se hace la víspera, la noche del 7 de diciembre.

La fe católica señala también que al momento de prender las velas la virgen se hace presente, y en ese momento hay que expresarles deseos de vida y prosperidad para toda la familia.

Con rumbas, con espiritualidad y misticismo y ojalá que con nada de pólvora, comienzan esta noche no solo la Fiesta de Velitas, sino las cuatro fiestas.

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